Yurena González Herrera
La policía ha llegado a la escena del crimen, una propiedad polvorienta
y cochambrosa. Las huellas de sangre que salpican toda la casa se están secando
rápidamente mientras lees. Aumenta la temperatura. El asesino pasea por el
sótano, nadie le escucha allá abajo. Está buscando la forma de salir. La
descubre cuando le imaginas encontrándola.
(Tomado
de www.enfrascopequeno.blogspot.com)
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