Edmundo Valadés
En el sueño, fascinado por la pesadilla,
me vi alzando el puñal sobre el objeto de mi crimen.
Un instante, el único
instante que podría cambiar mi designio y con él mi destino y el de otro ser, mi
libertad y su muerte, su vida o mi esclavitud, la pesadilla se frustró y estuve
despierto.
Al verme alzando el
puñal sobre el objeto de mi crimen, comprendí que no era un sueño volver a decidir
entre su vida o mi libertad, entre su muerte o mi esclavitud.
Cerré los ojos y asesté
el golpe.
¿Soy preso por mi crimen
o víctima de un sueño?
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