Queta Navagómez
Cansado
de las burlas, el patito feo escapó de la granja y regresó convertido en un
pato joven y fuerte que su familia no tuvo empacho en aceptar.
Un día se introdujo accidentalmente a la
casa del granjero y encontró, en un empolvado armario, un libro de cuentos de
Hans Christian Andersen, en que se narraba la historia de un patito feo, que
con el tiempo se convertía en el cisne más hermoso del estanque.
Entonces… entonces lloró
desconsoladamente, por las costosísimas y dolorosas cirugías a que se había
sometido, en su afán de parecer un pato más.
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