domingo, 7 de agosto de 2022

Entre líneas

José Luis Enciso

 

Ella se apoderó de mis ojos, de mi deseo, de mi corazón; le fue fácil despojarme, entonces, de mi voluntad y de mi billetera. Me hizo pedazos, primero; después, polvo. Avezada en el manejo feroz de mi tarjeta de crédito, la utilizó para machacarme una y otra vez. Y al último billete que yo guardaba, mi última reserva de dinero, lo usó como turulo para esnifar las líneas que formó conmigo. Sus ojos ardieron, su cabello se volvió el oro encendido más hermoso jamás visto. Entonces me sentí completo: al fin era mía, por fin la estaba poseyendo.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario