Ulises Paniagua
Para aclarar la situación, dejo este mensaje sobre la pantalla de su PC.
No se presente más. Hace dos quincenas nos enteramos del accidente
automovilístico, lo cual nos apesadumbró. Incluso colocamos una veladora en la
copiadora general (lo que atenta contra las reglas de la empresa). Hemos hecho
suficiente, así que, es una súplica, ya no asista. Comprendemos la situación
delicada, la necesidad de un empleo, el que piense en el bienestar de su
familia. Pero su extremada palidez, las cicatrices que le heredó el accidente y
sobre todo la pestilencia que despide, han mermado la productividad de los
compañeros quienes se quejan de su higiene. Recapacite. Sea fuerte. Acéptelo:
usted está muerto. No nos obligue a negarle el acceso al corporativo.
Sin otro particular, se despide de usted su jefe
inmediato.
Licenciado Ontiveros.
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