Faroni
Canta,
oh diosa, no sólo la cólera de Aquiles sino cómo al principio creó Dios los
cielos y la tierra y cómo luego, durante más de mil noches, alguien contó la
historia abreviada del hombre, y así supimos que a mitad del andar de la vida,
uno despertó una mañana convertido en un enorme insecto, otro probó una
magdalena y recuperó de golpe el paraíso de la infancia, otro dudó ante la
calavera, otro se proclamó melibeo, otro lloró las prendas mal halladas, otro
quedó ciego tras las nupcias, otro soñó despierto y otro nació y murió en un
lugar de cuyo nombre no me acuerdo. Y canta, oh diosa, con tu canto general, a
la ballena blanca, a la noche oscura, al arpa en el rincón, a los cráneos
privilegiados, al olmo seco, a la dulce Rita de los Andes, a las ilusiones
perdidas, y al verde viento y a las sirenas y a mí mismo.
(Tomado
de www.enfrascopequeno.blogspot.com)
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