Alejandra Díaz-Ortiz
–Vaya
día que escogiste para venir a la playa… ¡Maldito aire!
–Es viento, mujer. Aire es lo que respiramos…
Apretó los dientes para no responder a su marido.
¿Acaso ella le corregía cuando en la cama la llamaba Marta?… Ella que se llamaba
Juana, su mujer de toda la vida…
(Tomado
de www.enfrascopequeno.blogspot.com)
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