Álvaro Mutis
Soy
capitán del 3º de Lanceros de la Guardia Imperial, al mando del coronel Tadeuz
Lonczynski. Voy a morir a consecuencia de las heridas que recibí en una
emboscada de los desertores del Cuerpo de Zapadores de Hesse. Chapoteo en mi
propia sangre cada vez que trato de volverme buscando el imposible alivio al
dolor de mis huesos destrozados por la metralla. Antes de que el vidrio azul de
la agonía invada mis arterias y confunda mis palabras, quiero confesar aquí mi
amor, mi desordenado, secreto, inmenso, delicioso, ebrio amor por la condesa
Krystina Krasinska, mi hermana. Que Dios me perdone las arduas vigilias de
fiebre y deseo que pasé por ella, durante nuestro último verano en la casa de
campo de nuestros padres en Katowicze. En todo instante he sabido guardar silencio.
Ojalá se me tenga en cuenta en breve, cuando comparezca ante la Presencia
Ineluctable. ¡Y pensar que ella rezará por mi alma al lado de su esposo y de
sus hijos!
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