Juan José Saer
Un día de noviembre que amaneció
lloviendo me desperté después que aclaró. Se oía el rumor del agua, complejo y monótono
–¡cuántas veces se ha dicho lo mismo sobre la lluvia!– Por las celosías entraba
en el dormitorio una luz verdosa. Me quedé tirado en la cama, con los ojos abiertos,
mirando la penumbra que era cada vez más débil pero que se espesaba cerca del cielorraso.
Un sueño que acababa de tener permanecía en mi mente, obstinado, un sueño en el
que había visto a mi tío Pedro, hermano de mi madre que trabajó mucho tiempo en
la usina y que después se independizó y compró una panadería. Mi tío había muerto
el mes antes. En el sueño aparecía llorando su propia muerte.
Los sueños me
dan miedo, y sueño mucho. ¿Tengo miedo de lo que sueño o simplemente tengo miedo
porque sueño? Me sentí triste esa mañana pensando en mi tío Pedro que vino a morirse
justo cuando la panadería empezaba a andar bien pero después –afortunadamente– la
curiosidad venció a la tristeza y medité sobre el significado del sueño hasta cerca
de las nueve. Durante todo el tiempo llovió sin parar y el ruido de la lluvia me
mantuvo como adormecido, así que ahora no sé bien si por momentos no me puse a soñar
el sentido de lo que había soñado. Una chica amiga, maestra de escuela que después
se casó con un profesor de matemáticas y se fue a vivir al Perú, me contó que ella
siempre soñaba que lloraba frente a su propio cajón. Que se miraba muerta y lloraba.
¿Qué lloramos de nosotros mismos cuando nos lloramos en sueños? Lo sabe únicamente
el que se llora. Buscar en esa fuente de llanto es un trabajo difícil y la mirada
tranquila de la curiosidad no alcanza a ver tan hondo. Para ver el dolor, tenemos
que estar en él. Pero lo que sorprende todavía más es que el que se llora, el que
ve su cadáver o se conduele de su propia muerte, está parado en un punto tan singular
de la gran llanura de la pena que su llanto es al mismo tiempo recuerdo y anticipación.
En las grandes llanuras el horizonte es siempre circular, idéntico, vacío y monótono.
No hay comentarios:
Publicar un comentario