sábado, 9 de septiembre de 2023

Una carrera

Aura García-Junco

 

Iba corriendo con las manos llenas de letras; el cuerpo empapado de mil historias. El aliento era cada vez más veloz y desesperado y en el paso pesado tiraba palabras escurridizas. Cada vez más el camino que andaba se oscurecía de monosílabos, consonantes sordas, palabras surgidas del azar. Para cuando llegó, las manos estaban casi vacías y su cuerpo impregnado de sudor. Las suaves historias palpitaban en su pecho, revueltas entre sí de tantas y de agitación.

No llores, le dijo. Pon las pocas letras que quedan en la mesa, ya las cenaremos en un rato.

 

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