Julio Torri
A
semejanza del minero es el escritor: explota cada intuición como una cantera. A
menudo dejará la dura faena pronto, pues la veta no es profunda. Otras veces
dará con rico yacimiento del mejor metal, del oro más esmerado. ¡Qué penoso
espectáculo cuando seguimos ocupándonos en un manto que acabó ha mucho! En
cambio, ¡qué fuerza la del pensador que no llega ávidamente hasta colegir la
última conclusión posible de su verdad, esterilizándola; sino que se complace
en mostrarnos que es ante todo un descubridor de filones y no mísero barretero
al servicio de codiciosos accionistas!
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