Manuel Mejía Vallejo
–Volvió el monstruo,
señor.
–Mándalo
a pasar.
–No
cabe por la puerta.
–Entonces
que se vaya.
–No
se va mientras no entra.
–¿Cómo,
si no cabe?
–Imposible.
–Entonces
saldrás tú, y todo arreglado.
–Tampoco
quepo, señor, para salir: soy otro monstruo suyo.
–¿Mío?
Si me vacuné contra ellos.
–Pero
usted ha seguido bebiendo sin consideración.
No hay comentarios:
Publicar un comentario