Poli Délano
Después de largos años de paciente y afanosa
búsqueda, J. dio por fin con esa novia, esa mujer única a la que un hombre jamás
debe dejar pasar.
Ella tenía los colmillos
largos y agudos; él tenía la carne blanda y suave: estaban hechos el uno para el
otro.
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