José Luis González
Qerida bieja:
Como yo le desía antes
de venirme, aquí las cosas me van vién. Desde que llegué enseguida incontré trabajo.
Me pagan 8 pesos la semana y con eso vivo como don Pepe el administradol de la central
allá.
La ropa aqella que quedé
de mandale, no la he podido compral, pues quiero buscarla en una de las tiendas
mejores. Digale a Petra que cuando valla por casa le boy a llevar un regalito al
nene de ella.
Boy a ver si me saco
un retrato un día de estos para mandáselo a uste.
El otro dia vi a Felo
el hijo de la comai María. El esta travajando pero gana menos que yo.
Bueno recueldese de
escrivirme y contarme todo lo que pasa por alla.
Su ijo que la qiere
y le pide la bendisión. Juan
Después de firmar, dobló
cuidadosamente el papel ajado y lleno de borrones y se lo guardó en el bolsillo
de la camisa. Caminó hasta la estación de correos más próxima, y al llegar se echó
la gorra raída sobre la frente y se acuclilló en el umbral de una de las puertas.
Dobló la mano izquierda, fingiéndose manco y extendió la derecha con la palma hacia
arriba.
Cuando reunió los cuatro
centavos necesarios, compró el sobre y el sello y despachó la carta.
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