Jaime Lopera
Cuenta J. G. Ballard que el rito de la fertilidad en una tribu indígena,
cuyo nombre y ubicación omite, consiste en cavar agujeros en el desierto y copular
con la tierra. Un día, hechizado por esa imagen, lo pillaron procurando un orgasmo
con el muy respetable campo de críquet de Shepperton, su ciudad natal, al oeste
de Londres.
Ahora comprendo la razón por la cual me siento enamorado
de la encina de mi patio: porque descubro que con ella también me asaltan ideas
de fertilidad. Cuando la poseo, por lo general en la medianoche para evitar los
chismes y los alborotos, ella parece gemir entre sus nudos rugosos y yo, en cambio,
me deleito con la esperanza de verla parir algún día.
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