martes, 26 de marzo de 2024

Jaque mate

Juan Manuel Ramírez

 

Tras una jornada laboral agotadora, Odón se acomodó en el sofá de su apartamento. Estaba exhausto, y no tardó en verse envuelto por las telarañas del sueño. Soñó que llamaban a la puerta. Abrió y allí estaba la Muerte.

–Vengo a llevarte conmigo –dijo–, ha llegado tu hora. Pero puedes seguir con tu vida si consigues vencerme en una partida de ajedrez. Pero te advierto de que nadie lo ha conseguido.

Nervioso y descompuesto, Odón, para calmar sus nervios, propuso que tomaran una copa de brandy mientras jugaban. La Muerte aceptó la invitación, y ambos comenzaron la partida en un tablero que apareció sobre la mesa, como por arte de magia.

La Muerte eligió las piezas negras. Después de varios movimientos, Odón había logrado cercar al rey negro, movió su torre y anunció su victoria: ¡Jaque mate! En el mismo instante, La Muerte desapareció y Odón despertó cubierto de un sudor frío. Estaba vivo, todo había sido un sueño. Pero al incorporarse del sofá, palideció, y, un escalofrío le atravesó el cuerpo. Sobre la mesa halló dos copas vacías y el trebejo del rey negro vencido.

 

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