Carmen Martínez Téllez
Me
llevas al cielo, de ida y vuelta, me regalas tu simiente y yo la atesoro en el
cofre que nunca más abrirás. Despiertas un sinfín de sensaciones que me hacen
transitar de la alegría a la tristeza, de la felicidad a la rabia, de la
euforia a la depresión. Recuerda que la comunión de nuestros cuerpos se vio
invadida por otras sábanas y que estaremos ambos, como penitencia, privados de
ella por siempre jamás.
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