Enrique Anderson Imbert
Samuel
Taylor Coleridge soñó que recorría el Paraíso y que un ángel le daba una flor
como prueba de que había estado allí.
Cuando Coleridge despertó y se encontró
con esa flor en la mano, comprendió que la flor era del infierno y que se la
dieron nada más que para enloquecerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario