Max Aub
Lo maté porque me dolía la cabeza. Y él venga
hablar, sin parar, sin descanso, de cosas que me tenían completamente sin
cuidado. La verdad, aunque me hubiesen importado. Antes, miré mi reloj seis
veces, descaradamente: no hizo caso. Creo que es una atenuante muy de tenerse
en cuenta.
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