Queta Navagómez
Debido
a la larga huelga de todas las fábricas textiles del país, padecemos escasez de
sábanas. Esto motiva disturbios en el gremio; las pocas que pueden conseguirse
son arrebatadas y hechas trizas por la desesperación de los colegas. ¿Qué somos
sin una sábana que nos albergue? No importa que estén viejas, envíennos las que
su bondad considere. (Abstenerse de regalar las estampadas con rayas, lunares,
florecitas o animales…) Sólo aceptamos blancas. Casas donde refugiarnos sobran,
pero, insisto, necesitamos sábanas. Agradeceremos infinitamente sus envíos a la
COFARMAC (Confederación de Fantasmas de la República Mexicana, A.C.)
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