Bertalicia Peralta
El muerto hurgó su corazón y lo sintió henchido
de amor. Buscó ansiosamente alguien a quien amar. Alguien que lo amara. Movió a
la derecha, a la izquierda sus fosas oculares y se le saltaron las lágrimas
cuando sintió el beso de la hermosa muerta sobre sus labios.
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