domingo, 26 de mayo de 2024

Reunión

Manuel Capetillo

 

En orden el sitio. Mesa y platos, limpios. Aún podría venir. Durante la madrugada, aguardando, me entregué al sueño. La lluvia cesó, si acaso, cuando me encontré despierto. Mis manos recorrieron la longitud de su cabellera, enredada entre los árboles. Presentí que su boca huía de mi boca, ella adentrándose, llevando consigo al bosque en la obscuridad de la selva y la tormenta. Más lejos, invisible para mí, adivinado, un resplandor. Me detuve, a sabiendas de que, en mis manos, y entre mis dedos alargados, algo hubo. Me acomodé en la mesa inexistente con intención de conversar. Decidí al fin encaminarme al sitio de la espera. Imaginé que allá, en la distancia, la noche me aguardaba. Luego aceleré mi prisa detenida, incesante.

 

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