Raúl Clavero Blázquez
Desde
que la Inquisición ahorcó a varias mujeres en Santpere, el temor se ha
extendido por todo el Consell de Laspauls. Dicen que el mal anida en los
pueblos de la comarca, nadie confía en nadie, e incluso se han desatendido los
campos para rezar de la mañana a la noche. Únicamente nuestro padre se atrevió
a advertir entre los vecinos de todas las locuras que se estaban cometiendo,
pero enseguida fue denunciado al párroco y hace tiempo que no sabemos nada de
él. Ahora mamá está tan asustada que ya no nos deja salir a jugar a la calle,
sólo podemos hacerlo en el corral, y cuando sopla el cierzo. De ese modo, si
nos despistamos y alguien nos ve flotando en el aire, siempre podemos decir que
la culpa es del viento, y que nosotras nunca, jamás de los jamases, hemos
sabido volar.
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