sábado, 27 de julio de 2024

Cordelia

Francisco Tario

 

Sintió pasos en la noche y se incorporó con sobresalto.

–¿Eres tú, Cordelia? –dijo.

Y luego:

–¿Eres tú? Responde.

–Sí, soy yo –le responde ella desde el fondo del pasillo.

Entonces se durmió.

Pero a la mañana siguiente habló con su mujer, que se llamaba Clara, y con su sirvienta, que se llamaba Eustolia.

 

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